Memories.

Fueron ocho meses. Ocho meses dónde todos mis "te quiero" fueron única y exclusivamente tuyos.

Dobles vocales...

…dobles sentidos.

Lo cierto es que siempre me tocó mucho la moral eso de que fuerais Jaake y Beells y Keiit. Me sentía discriminada, ¿sabes? Ellas lo saben, pero creo que tú no. Era la única sin dos vocales duplicadas.Y vale, hoy no es un día “importante”. O sí, según como se mire.Es difícil de explicar, la verdad.
Es importante, pero no afecta. No sé si me explico.Hace un año… Dios, cómo cambian las cosas, ¿no? Increíble. Quién nos iba a decir, ¿verdad?Y míranos ahora, tan amigos como al principio y muchísimo más. Nos conocemos mejor. Y, aunque discutamos bastante a menudo y te siente mal que tome determinadas decisiones, sabes que te quiero. Y que sin tus consejos, no podría estar. Sin tus consejos, y sin tus ánimos, y sin tus simples “Hola :)”Y bueno, no hay mucho que decir.Que sepas, que este año me ha pasado súper rápido. Y me ha encantado pasarlo contigo, de todas las maneras de las que lo pasamos. Que damos más giros que una noria, ya lo sabes.

Que te quiero mucho Estu.
Feliz 29 de Marzo.

Es hora de levantarse.

Hay personas que creen que hay orden establecido para todo. Hay otras que opinan que hay cosas que pasan sólo un número determinado de veces. Algunas piensan que la explicación de todo es Dios. Las hay que creen en el destino. Otras prefieren no pensarlo.
¿Qué soy yo? Yo soy una mezcla de todas. Puede que Dios tenga algo que ver con todo lo que pasa, puede que sea el destino, o puede que sea un patrón que se repite una y otra vez. Aunque tampoco me como demasiado la cabeza.
Con suerte, es verdad que las cosas sólo pasan un número determinado de veces... Aunque creo que yo ya me pasé con el número de equivocaciones, o con aquello de confiar en personas que no debería.

Puede que eso de porque la vida es sueño, y los sueños sueños son no esté tan equivocado, ¿no?

En todo caso... despiértame cuando termine.

Energías renovadas.

Dicen que todo tiene un final. Y el suyo, había llegado. Fue un amor compartido, y lo sabía.

Quizás por eso ahora no le costaba tanto aceptarlo.
Seguiría con su vida normal, la de antes, la que la hacía feliz. Con sus amigas de siempre, y con las nuevas. Volvería a esforzarse en los estudios, y dejaría en la cuneta los problemas con él.

Era curioso ver cómo cambiaban las cosas. Hace un año, él estaba desapareciendo por primera vez. Y ahora... bueno, ahora era algo más bien ilógico e inexplicable.

Pero, la verdad, tampoco era algo que le preocupara sobremanera. Seguiría siendo amiga suya, siempre que él quisiera claro.

Se podría decir, que empezaba su nueva vida. Una novedad que tendría una clara semejanza con lo que ya había sido antes, pero habiendo madurado un poco. Las cosas cambiaban, igual que las personas, y ella no iba a ser menos.

Fue entonces cuando lo decidió. A partir de entonces, no iba a haber nadie que la parara.

Y ella no iba a parar hasta tocar el cielo con los dedos.