jueves, 6 de mayo de 2010

Change;

¿Sabéis esos días que te quedas en la cama durmiendo veinte de sus veinticuatro horas? Pues yo llevó prácticamente desde el domingo así, y acabas hartándote.
Tienes ganas de levantarte, de salir, de saltar, de hacer el idiota con tus amigos como siempre. Pero tienes que quedarte en casa, otro día más. Bueno, pues no estarás en la cama, haces deberes, estás de buen humor, puede que te conectes un rato y ...
¡MEEEC!
Fallo. En tu cabeza, oyes el ruido seco que tienen las bocinas en los concursos de preguntas y respuestas.
Qué grandísimo error acabas de cometer. No debiste haber encendido ese cacharro...
Basta una frase, un estado, una foto o un tablón para que tu buen humor se vaya a la mierda sin necesidad de un GPS siquiera.
Basta que llegue... alguien (algo parecido a la típica petaaarrrrda de turno) para que se cambien las sonrisas por caretas para ocultar las ganas que tienes de matar a alguien en tu fuero interno.
Pero ¿qué te ha pasado? Tú antes no eras así.... ¿verdad?

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